Danny B Harvey ha recorrido el mundo con una guitarra al hombro. Este guitarrista texano ha sabido desarrollar con valentía un estilo único mientras tocaba junto a Lemmy, Nancy Sinatra, Slim Jim Phanton, Wanda Jackson, Johnny Ramone, los Rockats…
Reconstruimos su vida y carrera mediante esta entrevista novelada creada a partir de conversaciones con Danny y una ardua labor de investigación. Te contamos en primera persona esta auténtica odisea rocker dejando que vuele tu mente hacia lugares, personajes y situaciones que forman una biografía de auténtico guitar hero.
Primeros Riffs de Danny B Harvey
Nací en Killeen, un lugar a unas 80 millas de Austin, Texas. Pronto abandoné este apacible lugar. Con apenas seis años mi familia se mudó a Catlettsburg, Kentucky. Allí descubrí sonidos que formarían parte de mi vida y empecé a tocar la guitarra.
Rodeado de country, rock o blues, los sonidos del suroeste se insertaban en mi cerebro. Fue entonces cuando descubrí la música de mis ídolos Joe Pass y Merle Travis. Soñaba con tocar como ellos.
A los quince años me fui a vivir a Canyon County, California. En Los Ángeles estudié el finger picking style. Fue un sueño recibir mis primeras clases con el gran Joe Pass. Era un tipo muy agradable, sus clases fascinantes y los recuerdos inmejorables.
Improvisábamos, escuchábamos viejos discos de jazz y hablábamos de música. Después de dos años de aprendizaje conseguí entrar en USC para estudiar guitarra clásica con el maestro Pepe Romero.
A pesar de estas increíbles experiencias me sentía fuera de lugar. La gran ciudad me abrumaba. Por eso decidí hacerme un nombre como guitarrista y buscar mi futuro en la potente y pujante escena rockabilly del Reino Unido.
En Inglaterra se produjo a principios de los ochenta un resurgimiento del Rockabilly. Era un fenómeno que se venía incubando desde principios de los 70 y estalló con la creación de los Levi & The Rockcats en 1977.
Danny B Harvey en UK
Levi, el líder de los Rockats, vivía a principios de los 80 en Estados Unidos, donde se encontraba el sonido que tanto le fascinaba y se dejó notar con giras por todo el país y apariciones en televisión. Le conocí en Los Ángeles y surgió una química especial. Por aquel entonces, Levi había dejado los Rockats. Me uní a su nueva banda, los Ripchords, y me fui a Londres. Levi hizo una audición a Brian Setzer, de los Stray Cats, pero a pesar de un interés mutuo no se incorporó a la banda.
En 1981, los Rockats me contrataron por mi versatilidad con la guitarra tras haberme visto en los Ripchords. Comenzó entonces una época fascinante en mi vida junto a Barry Ryan, Mike Osborn, Smutty Smith y Dibbs Preston en NYC. Cuando llegué a Rockats estábamos sin sello ni manager pero no tardamos en firmar con Champion Entertainment, un sello de management dirigido por Tommy Mottola.
Grabamos una versión de Marvin Gaye, One More Heartache, y poco después firmamos con RCA. Giramos, rodamos vídeo clips e incluimos canciones en el remake de Where the boys are. Pasamos un mes de mucha diversión y poco trabajo en Miami, grabando cuatro canciones para la banda sonora de esta película de culto en un estudio espectacular.
En agosto del 83 tocamos ante 20000 personas en la gira de David Bowie. Al año siguiente nuestro tema Make That Move se coló en la listas de la MTV.
En ese momento nuestro manager tomó una decisión que no convencía a ninguno de nosotros: la de cambiar nuestro nombre. Fue entonces cuando nos mudamos al sello MCA. Secret Hearts nació con un nuevo álbum en el que yo toqué todas las partes de guitarra. Fue la peor experiencia que he vivido grabando un disco.
El disco se llamaba también Secret Hearts, pero ya nada fue lo mismo y la banda se fue disgregando. Dejé los Rockats y me contrataron en Twenty Flight Rockers en 1986. Allí toqué con Gary Twinn, Mark Laff, de Generation X, y Jeff Vine. Nuestro manager era Bernie Rhodes, que había trabajado con los Clash. Firmamos con EPIC Records y grabamos dos discos que tardaron en ver la luz diez años después de una larga disputa con la industria musical.
Regreso a Los Ángeles
Ya en 1996, Tim Worman y yo decidimos unirnos para un bolo en San Francisco. Tim había tenía un éxito enorme con The Polecats cuando apenas tenía 15 años. Nos lo pasamos tan bien que de regreso a Los Ángeles, donde me había establecido, contactamos con Slim Jim Phantom.
Slim y yo teníamos una amistad y una admiración mutua. Su banda, los Stray Cats, había llevado el Rockabilly a otro nivel. También hablamos con mi viejo amigo Smutty Smith con quien coincidí en los Rockats, donde había dado muestras de su genialidad con el contrabajo. Teníamos ganas de pasarlo bien juntos y decidimos crear los 13 Cats.
En 1999 me contrataron como compositor de la película Carrie 2: La Ira, el remake del clásico de Brian de Palma. En ella aparecen tres canciones mías y otras dos de los 13 Cats, que en 2001 serían publicadas como parte de nuestro primer LP, In the Beginning. Pero 1999 fue un año intenso en el que viví el comienzo de otra increíble aventura.
Conocí a Lemmy en Inglaterra, en los 80. Era un gran tipo, muy peculiar pero muy divertido. En el 99, estábamos en un momento en el que queríamos disfrutar de la música sin pretensiones. Nos juntamos con Slim para grabar un disco homenaje a Elvis Presley. Elvis era una pasión que compartíamos los tres cuando grabamos Swing Cats.
Rock con Lemmy
Uno de los logros musicales del que estoy más orgulloso es haber producido y tocado en la última sesión de grabación del genial Johnny Ramone. Johnny ha sido uno de los tipos que más he respetado en la industria musical. Alejado de las drogas o los egos de otros músicos, solo le movía la pasión por la música. Era una gran persona con un talento descomunal para crear ritmos.
Junto a Lemmy, Johnny y Jim grabé Good Rocking Tonight y Viva Las Vegas en 1999. Fue un momento único. Años después fueron publicadas por Cleopatra Records como parte del vinilo Johnny Ramone’s The Final Sessions. Conocía bien a los Ramones ya que toqué en más de dos docenas de sus conciertos como telonero con los Rockats.
A pesar de que solía verme mucho con Johnny y con Dee Dee cuando no estábamos de gira nunca me sentí tan cercano a Johnny como en aquella sesión de grabación. Ese fue el verdadero germen de Head Cat.
Después de la grabación, Lemmy se puso a tocar viejas canciones de Eddie Cochran, Johnny Cash o Buddy Holly. En ese momento decidimos crear una banda de versiones de aquellas canciones que tanto nos fascinaban para tocarlas en pequeños garitos disfrutando de la esencia de la música. Nos hicimos llamar los Head Cat haciendo un juego de palabras con nuestras bandas: Motörhead, Stray Cats y 13 Cats.
Lemmy creó Head Cat para divertirse y abstraerse. Motörhead le llevaba a estar cinco meses fuera de casa. Tenía una infraestructura increíble y eran giras muy meticulosas y con una gran responsabilidad. En el fondo, él solo quería tocar rock and roll.
Pequeños locales, grandes experiencias
A Lemmy no le importaba el aforo, Head Cat le divertía más que un concierto de Motörhead con 50000 espectadores.
En cuestión de años, Motörhead se hizo mas grande, Lemmy se hizo más grande y los Head Cat se hicieron más grandes. Fuimos a Londres, Berlín y otros lugares de Europa recibiendo una cálida acogida. Todos gritaban alucinados: ¡Es él, es Lemmy!
Recuerdo tocar en el Cat Club londinense ante 100 personas una nochevieja, abrir las puertas del bar, caminar por la calle y escuchar los gritos de la gente. No se creían la cercanía de Lemmy.
Aquello no era por la pasta. Ir en la furgoneta, descargar, tocar, todo era pura diversión. Para los fans era grandioso poder tocar a Lemmy y verle en lugares más reducidos. Suponía compartir un momento íntimo con tu ídolo.
Él pasaba la noche sentado en la barra fumando, bebiendo o jugando con una tragaperras. No había guardaespaldas alrededor de él. Estaba totalmente accesible para tomar algo o charlar con sus fans. Fueron noches de rock y Jack Daniel’s inolvidables.
Amor y Rock
Poco después conocí a mi mujer. Es una historia divertida. Ella es sobrina de Jerry Lee Lewis y estaba abriendo para su tío en su 75 cumpleaños, en el año 2000. Fue un día especial. Por fin Lemmy conocía a Jerry, uno de sus ídolos.
Allí estaba la hija de Jerry, Phoebe, a quien también conocimos aquella noche y que estaba representando a su padre en ese momento. Ella nos presentó a Jerry. Lemmy le estrechó la mano y me dijo: He´s the fucking killer.
Seis meses después, actuábamos en Las Vegas y me enteré que Jerry Lee tocaba cerca, así que le envié un mensaje a Phoebe para ver si podía ver a su papá y me puso en la lista. Actuaba en el Orleans. Eric Reacon salió al escenario y comenzó a cantar con la banda de Jerry Lewis con él al piano.
Allí, en el escenario, estaba ella. Le pregunté a Phoebe quién era esa chica y me respondió: Es mi escuálida prima. ¿quieres conocerla? Le dio mi número. Pasaron dos años hasta que estuvimos en la misma ciudad. Fue entonces cuando tuvimos nuestra primera cita y nos enamoramos. Llevamos juntos desde entonces.
Desde que estoy con ella he coincido con su tío pocas veces. Toqué con él en su 82 cumpleaños en NYC. Hace un tiempo estuve con Jerry y su nueva esposa, una mujer maravillosa con quien es muy feliz. Se le ve con más energía. Es un tío guay.
Nunca he tocado en su banda. Kenny, su guitarrista lleva con él 40 años. A Buck, el otro guitarra, le conoció en los 60. Ahora tiene un nuevo bajista porque al anterior le dispararon en un atraco en Memphis hace diez años. Kenny y Buck son grandes guitarristas.
Danny B Harvey con mitos de la música
En 2002 lanzamos el LP 13 tracks de los 13 Cats. Poco después empecé a colaborar con Wanda Jackson, el mito viviente del Rockabilly. En 2006 nos propusimos hacer un merecido homenaje a Elvis repasando las fascinantes historias de Wanda. Wanda y Elvis fueron novios en los 50. Fue un breve romance pero dejó una huella perenne en ella. El disco se llama I Remember Elvis.
En 2003, Lemmy conoció a Wanda. Él sostenía en la mano una botella de Jack Daniel’s en los Amoeba Records en Sunset Boulevard. Wanda grababa I remember Elvis, su primer LP en 15 años. Nos sentamos con ella y hablamos durante horas.
Entre 2003 y 2005 me enrolé en la banda de Nancy Sinatra. De ella admiro su carisma y profesionalidad. Fue una gran experiencia tocar con una artista de su talla.
Para la producción del disco de Wanda había contratado a la cantante de Dallas Lynda Kay Parker para hacer las voces de I Remember Elvis. Descubrí que teníamos muchas cosas en común y comenzamos a tocar juntos en diferentes bolos. Tanto yo como Lemmy nos hicimos muy amigos de ella y en 2006 tras una breve reunión nos embarcamos en un proyecto Rockabilly llamado Lonesome Spurs.
Lanzamos un disco en Cleopatra Records y dimos más de 900 conciertos durante los dos años previos a mudarme a Austin. En Austin pude disfrutar de nuevo de la música de una manera más relajada. En la capital texana inicié nuevos proyectos al tiempo que seguía tocando con los Head Cat.
Nuevas aventuras musicales
En 2010 grabamos nuestro segundo álbum, 11 años después de nuestro debut con el disco Lemmy, Slim Jim and Danny B. Nuestro nuevo trabajo, Walk the walk, talk the talk, era mitad en directo, mitad acústico.
El estado de salud de Lemmy hizo muy difícil mantener nuestro ritmo habitual de conciertos. Mientras, producía las canciones de las Devil´s Daughters y tocaba con ellas. Este dúo irrumpió en 2012 en la escena rockabilly a través de la voz de mi mujer, Annie Marie Lewis, y de Mysti Moon. Su disco Rebirth + Revelations salió ese mismo año. De vez en cuando me juntaba con mis viejos amigos de los Rockats para tocar en lugares como Las Vegas, en su Viva Las Vegas Rockabilly Weekend de 2013.
Siempre he estado abierto a nuevas formas de interpretar el rock. Una de ellas es el Gothbilly, un género transgresor en el que me sumergí con la banda 69 Cats. Jirky69, de 69 Eyes, es un músico finlandés adorador de Elvis que hace Rock Gótico.
Con él y Chopper Franklin, el bajista de los Cramps, formamos 69 Cats para pasarlo bien rockeando. No tardamos en sacar un EP llamado Bad Things y el tenebroso álbum Transylvania Tapes.
Dos años más tarde una mala noticia me sacudió. Mi gran amigo Lemmy se fue tras una larga enfermedad. Brindé por él y aún le mantengo en mis pensamientos. Poco después, en 2017, inicié un nuevo proyecto con mi mujer, Danny B Harvey & Anne Marie Lewis, con un primer disco donde homenajeábamos al rock que tanto nos fascina a ambos. A Barbwire Heart le siguió Reckless, Wild & Crazy.
Los nuevos Head Cat
Los Head Cat decidimos seguir con el grupo a pesar del duelo por Lemmy y pronto encontramos un sustituto ideal. David Vincent era el líder de la banda de Metal Morbid Angel.
Tras una vida dedicada al Metal decidió ser valiente y explorar el country. Con Slim Jim y David hemos seguido al pie del cañón con Head Cat y este año hemos girado por Estados Unidos en una gira que resultó ser una aventura.
Ahora, de regreso a Austin miro hacia atrás tomando una birra en este fabuloso White Horse, un honky tonk que mantiene la esencia del género, en el que sueles encontrarme sobre el escenario cada sábado que me encuentro en la ciudad.
En Austin puedes tocar mucho, pero es difícil vivir de ello. En los viejos tiempos trabajabas para conseguir un acuerdo con las discográficas y sacar un disco que se vendería en cualquier parte del mundo.
Podías empezar una banda, grabar las canciones o tocar en un club pequeño, un sello te firmaba y al año siguiente eras una rockstar. Eso ya no pasa. Ahora es un trabajo duro. Las bandas ganan más dinero venciendo camisetas que discos. Ya no habrá beneficios con los discos nunca más. El dinero está en el directo.
Ahora la gente se hace famosa a través de Internet. Rompes en estrella del pop o del hip hop a través de los videos de Youtube. Es mas artificial. Ya no quedan estrellas de club.
¿Un consejo? Pasarlo bien. Porque probablemente eso sea lo que se traduzca en una recompensa económica, pero incluso si ésta no llega, disfruta siempre de lo que haces.
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Fotos: Facebook de Danny B Harvey y Head Cat
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