El Austin City Limits se despide hasta el 6 de octubre de 2023 cuando una nueva edición reedite las emociones que se vivieron un año más en Zilker Park. Este ACL no solo será recordado por el calor asfixiante que padecimos o por las actuaciones memorables que presenciamos. El festival de este 2022 ha supuesto la confirmación de la importancia de la mujer en panorama actual musical tanto dentro como fuera del escenario. La nutrida presencia de rostros femeninos en el cartel y entre el público dio buena cuenta de ello. Además, los escenarios se convirtieron en atriles desde los cuales mujeres de todo el mundo emitieron mensajes de empoderamiento, de libertad sexual, de uso del cuerpo como herramienta contra el conservadurismo y como símbolo de hacer con él lo que se plazca en clara alusión al derecho perdido por las mujeres americanas al aborto.
Ante ellas, mucho buen rollo entre el público y libertad. El ACL es el último reducto de ese Austin libertario y raro que tanto amamos. Un Austin City Limits que nos ha dejado un sinfín de experiencias que resumiremos para ti a través de estas líneas acompañadas de nuestro playlist con las mejores canciones escuchadas en esta edición.
Memorable Imperfección
La banda californiana llegó al segundo fin de semana del Austin City Limits con mucho que celebrar. Su nuevo disco Return of Dream Canteem acababa de salir y Flea cumplía años. Todo ello hacía predecir un concierto inolvidable y así fue. Como cualquier cosa que merezca ser recordada comenzó con una inesperada imperfección. El sonido les jugó una pasada y se pasaron varios minutos tocando en mono ante la desilusión de unos fans que les habían esperado con paciencia durante horas de intenso calor. Pero una vez subsanado el error, la banda se desbocó a través de su carisma y de un puñado de canciones que forman parte de la historia vital de cada uno de nosotros.
A pesar de la tentación de sobrecargar su setlist con una promoción de su disco recién editado, los Red Hot comenzaron a encadenar Dani California, que sirvió para brindar una merecida celebración de cumpleaños a Flea en uno de los escasos guiños que se dedicaron entre ellos y el público, Around the world, Give it away antes de los bises y By the way para dejar paso a los fuegos artificiales. A través de sus himnos todo cobró sentido: la espera, el calor y una carrera que es historia del rock. Todo se unió para brindarnos una imperfecta noche que nunca olvidaremos.
El concierto que no es un concierto
No es justo tildar un concierto de Lil Nas X de mero concierto. Es mucho más. Es una performance, una reivindicación de la libertad sexual, un espectáculo de danza moderna, un vódevil, una pasarela de moda, un videoclip, un TikTok y una obra de teatro estructurada en cuatro actos. Narra el surgimiento de un hombre liberado de cualquier atadura moral y sexual, un demonio llamado Montero. Unos impactantes visuales dan entrada a los diferentes actos y diferentes clips de vídeo acentúan esa tranformación de una persona que descubre su sexualidad a un torbellino de libertad. Visuales impactantes, unos bailarines con talento ilimitado y el carisma de Lil Nas hacen el resto para convertir este show en pura vanguardia escénica. Si a todo ello añadimos temas tan potentes como Old Time Road, Montero, Scoop o Industry Baby, estaremos hablando de una obra maestra.
Un carrusel rosa
Un concierto de Pink es un carrusel de emociones y un juego de espejos donde podemos ver partes de una mujer tan ecléctica e interesante como única. En el primer trayecto de este parque de atracciones musical nos encontramos con la Pink adolecente con ganas de fiesta. Get the party started o Raise your glass dan buen fe de ello.
Luego transitas por esa Pink más madura que habla sin ambages de la vida o el amor con temas más profundos como Just like a pill, Try o Give me a reason. Entre medias, la Pink más emocional que tira de covers como si de un karaoke se tratase aunque logre con ello dar una emotividad espectacular a temas como River de Bishop Briggs, Bohemian Rhapsody, What’s up de Four Non Blondes, Me and Bobby McGee de Janis o It´s just a girl de Gwen Stefani. Algo que confiere un halo especial al directo y deja a las claras la espectacular voz y el poderío escénico de Pink. Una delicia sonora.
Buen rollo
Desde Londres llegaba Arlo Parks dispuesta a ofrecer un rayo de luz a este mundo loco. Su energía, positividad y ritmos cargados de grandilocuentes influencias se convirtieron en uno de los momentos más especiales de este Austin City Limits. Lo hizo con el mérito añadido de una propuesta escénica sencilla aunque muy floral. No necesitó de artificios para llegar al corazón de un público entusiasta rendido a su carisma y a una banda de buenos músicos que recogen lo mejor de los sonidos urbanos más soul del Reino Unido. Temas como Hurt, Green Eyes, Too Good o Hype nos pusieron en pie ante una artista destinada a la grandeza.
La homilía de Nathaniel
Una fiesta en el granero se desató en Zilker Park con un Nathaniel Rateliff inspiradísimo. El artista de San Louis se presentó en Austin con una banda de músicos de talento descomunal y muchas ganas de hacernos bailar a su son mientras el sol de Texas nos hacía derretirnos. La voz de Nathaniel desata una homilía en cada canción y convierte en acólitos a todos los oídos que se acercan a su groove desencadenado. Una maravilla que conecta con la tradición musical americana más exquisita. Su setlist es el colmo del refinamiento a través de temazos como You worry me, I am on your side, Hey Mama y sobre todo SOB, que desató la locura entre todos nosotros. Contando los días para volver a encontrarnos con nuestro nuevo gurú musical.
La diva con conciencia
Si ya hacía calor en Austin, Princess Nokia subió varios grados la temperatura con su directo. Una intro explosiva con un provocativo baile al ritmo de American Woman y otra sensual danza con Down in Mexico de The Coasters nos dejaron boquiabiertos. Aunque, esta rapera capaz de fusionar en sus canciones el legado de Brooklyn no solo se ganó al público con sus movimientos, sus rimas o sus ritmos urbanos. Un torrente femenino se llevó por delante a los convencionalismos a través de su cuerpo, un arma arrojadiza contra el conservadurismo. Sus discursos de apoyo a la libertad de elección a amar, a abortar y a cambiarse de sexo hicieron de un concierto de rap una ventana al mundo. Puro barrio. Memorable.
Postales del ayer
Paramore nos guió por tiempos pasados. Recuerdos sonoros convertidos en postales del ayer que afloraban en las mentes de su público fiel y agradecido. A todos nos invadió la sensación de reencuentro. Dos viejos amigos que vuelven a verse y a portarse como eran antes de que la vida les cambiase. Temas como Brick my Boring Brick, Still into You, Hard Times o Told You So y el carisma de Hayley Williams nos compraron un billete para un viaje en el tiempo.
En el transcurso de este viaje nostálgico tuvieron un bonito detalle con Pink Pantheress, una fan incondicional que además supuso una dulce sorpresa para todos los que la descubrimos en Zilker Park. Ambos compartieron Misery Bussiness en un momento que difícilmente podrá olvidar esta joven promesa de la escena urbana británica. Un concierto para mirar atrás con ternura y revivir momentos que forman parte de nosotros, tanto como las propias canciones de Paramore.
La fiesta del Austin City Limits
BIA llegó al Austin City Limits para ponernos a bailar. Su icónicas canciones se prolongaron a través de un setlist ardiente hasta llegar a Whole Lotta Money y despedirse como una de las reinas de esta edición. La rapera de la Costa Este apareció en escena con una simpleza muy urbana y acompañada por una cohorte de bailarinas dispuestas a hacer una exhibición de twerk y hip hop. Entre ellas caminaba, rapeaba y bailaba BIA. Lo hacía con esa tranquilidad que transmiten las divas, tan seguras de que sus ritmos están creados para alterar nuestras consciencias y activar nuestras oxidadas caderas.
La Cyrus oculta
La hermana de Miley es sin duda la gran olvidada del clan familiar. No tiene la fama de su hermana ni la legendaria figura de su padre, pero su directo sorprende. Una voz cálida rompe los estereotipos y desgrana una mezcla de ritmos que envuelven su pop melódico con motivos country, rock y soul a través de una banda talentosa. Noah se desnuda en cada canción y no teme tocar todo tipo de temas, desde su familia hasta Dios. El restultado es fascinante. En conjunto genera un directo consistente en el que brilla una Noah Cyrus que bien merece la pena detenerse a escucharla.
Un faro en la noche
SZA llegaba al Austin City Limits con la responsabilidad de ser cabeza de cartel. Su setlist fue un tanto errático aunque dejó momentos muy brillantes como su intro con All Stars, esa colaboración deliciosa con Kendrick Lamar, Kiss me more, otra colaboración lujosa con Doja Cat, o Supermodel. La puesta en escena espectacular con un faro y un escenario regado de leds que simulaban un pueblo de mar guio las miradas de los asistentes hacia uno de los rostros de la nueva escena del rap americano.
La niña de Londres
Desde Londres, apareció Pink Pantheress como si de una guiri perdida se tratase; descalza, aferrada a su bolso y con gafas. Poco a poco se ganó al público a base de ternura y esos temas tan íntimos que compuso con el GarageBand y que lo petaron en TikTok. Uno de los nuevos iconos de la escena londinense supuso un aire fresco para todos los presentes. Su descaro con apenas 22 años deja abierta la puerta a un futuro muy prometedor. Además, cumplió su sueño de subirse al escenario con Paramore, como ya os hemos contado en el relato de su concierto.
Experiencias Foodie
Hendrick’s Botanic Sound Garde y ACL Eats
Como cada año, el Austin City Limits se saborea. El ACL Eats es un festival dentro del festival que nos brinda la mejor cocina de Austin. Iconos de la ciudad como Amy’s Ice Cream, Austin’s Pizza o Chi’lantro convierten el ACL en un desfile de aromas que combinan a la perfección con un fin de semana de grandes lujos musicales. Este año nos hemos decantado por saborear los shawarmas exquisitos de Shawarma Point, el pollo sublime de Happy Chicks y los dulces más tentadores de Tiff’s Treats.
Otra experiencia inolvidable que nos brindó el festival fue visitar el Hendrick’s Botanic Sound Garden. Este lugar mágico recreaba un precioso jardín victoriano con performances que evocaban el siglo XIX. En él disfrutamos de cócteles clásicos como un Mule delicioso en el que los botánicos jugaban con nuestro paladar gracias a la maestría de los cocteleros de la marca. Un jardín en medio de ese oasis musical que es el Austin City Limits.
¡Hasta el año que viene, ACL!
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