El arte de Abraham Mojica es un laberinto en el que se refleja su propio pasado, un halo de protección basado en la numerología y una belleza radiante. Un universo diferente y fascinante que fluye de manera natural sin necesidad de una escuela de arte o de curtirse en el arte urbano como previo paso a la creación.
Nos sumergimos en su mundo de números y mensajes positivos escondidos tras la belleza de un caballo, un toro, una mujer, un astronauta o cualquiera de las delicias que dibuja este artista mexicano afincado en San Antonio. Te invitamos a conocer a la próxima big thing del arte.
Visitando el universo creativo de Abraham Mojica
Visitamos el estudio de Abraham en San Antonio, donde el artista nos abre las puertas de un mundo artístico impactante. Su vida parece entrelazarse en un lienzo que narra aventuras que pocos artistas actuales han vivido.
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Su vida le ha llevado por territorios fascinantes. Trabajé como stripper, en un circo y en un sinfín de cosas antes de dedicarme al arte por completo.
Pero en su interior llevaba un talento innato para crear que un buen día surgió para iluminar el nuevo panorama artístico de San Antonio. Por diferentes motivos de la vida, pintar se convirtió en una terapia. Nunca tuve pretensiones de vender un cuadro, sino que el arte me ayudaba a desconectar del mundo y a reconectarme conmigo mismo.
Un buen día paseaba con una de sus espectaculares obras debajo del brazo cuando un transeúnte desconocido se empeñó en comprar su lienzo. Fue sorprendente, nunca imaginé que podría vender un cuadro. Aquella persona insistió de tal manera que decidí vendérselo. No fue una epifanía, pero si me descubrió que mi trabajo podía resultar interesante.
El arte como liberación
Con su pareja se mudó a los Estados Unidos casi dos décadas atrás. Al principio le costó adaptarse al competitivo mercado laboral americano. Estuve muy tentado de volverme a México muchas veces. Trabajaba sin parar y lo único que hacía era ir al trabajo, llegar a casa, ver un poco la televisión, dormir, y de nuevo al trabajo. Siempre la misma rutina. No era vida. La vida es para disfrutarla. En Estados Unidos el trabajo te impide tomar unas chelas con los amigos por las tardes o disfrutar de largas sobremesas como sucede en España o México. Ese estilo de vida más despreocupado era parte de mi nostalgia de inmigrante.
Pero los artistas siempre encuentran caminos cuando el resto solo ven laberintos. Por ese motivo, buscó de nuevo una válvula de escape que le ha llevado a ser uno de los artistas latinos del momento. Estaba tan cansado de trabajar y de no disfrutar de mi vida que busqué refugio en el arte. Comencé a verlo como una salida laboral que me permitía ser mi propio jefe y tener absoluta libertad.
Abraham ha convertido San Antonio en su campamento base artístico. La ciudad está creciendo en cuanto a arte y se abren nuevas posibilidades continuamente, pero es necesario viajar a otras ciudades para poder mostrar tus obras en ferias y a clientes privados. Pero San Antonio me gusta, no está congestionada con tráfico y es un lugar agradable para vivir.
Abraham Mojica, diferenciarse para brillar
En este hub artístico sus cuadros comenzaron a deslumbrar por ser diferentes a lo que se está realizando en el arte actual. Su arte es figurativo y abstracto al mismo tiempo. Contiene mensajes protectores y pasajes de la vida de Abraham que se esconden de manera deliciosa en un lienzo colorido que parece beber del arte urbano.
A pesar de ello, el artista mexicano reconoce que nunca ha pintado en la calle. Me fascina el arte urbano y me encantaría hacer un mural algún día. No lo descarto. Tampoco he asistido a ninguna escuela de arte y a pesar de que me encantan muchos pintores intento no prestar mucha atención a las obras de otros artistas para mantenerme fresco y hacer algo diferente. En este mercado, diferenciarse es clave.
Sus reminiscencias del arte urbano suponen una auténtica rareza en el arte actual copado por artistas que han sobresalido en los murales de las grandes ciudades al tratarse de un artista sin experiencia en las calles.
No obstante, a Abraham el arte urbano le parece una evolución del arte fascinante. Es una democratización que permite a mucha gente acceder a las obras, pero nunca me vi involucrado en ello. El paso de la calle al museo me parece una buena noticia porque todo artista merece reconocimiento y necesita comer. El arte urbano es una tendencia que ha llegado para quedarse, pero evolucionará y se trasformará.
Números y Amuletos
En sus cuadros se esconden amuletos basados en la numerología y un sinfín de códigos de protección que aportan buenos deseos y buena vibra a sus obras. Creo que el arte también es protección. Cuando cuelgas algo en casa transforma tu estado de ánimo. Forma parte de ti y debe servir para hacerte sentir bien. Por eso estudio mucho los códigos y significados de los números para aportar esa protección y buenos deseos que trasmiten mis cuadros. Nunca los repito porque quiero que sea el cuadro quien elija a su dueño y que cada uno de ellos transmita algo personal e intransferible.
Cada número, cada pincelada, cada símbolo tiene un significado especial y único. Se esconden tras figuras que saben fusionar belleza, fuerza y positivismo. También uso muchas referencias a mi vida como escalas que representan mi pasado en el circo y otros símbolos que me sirven para conectarme con la obra.
Sus series son limitadas. Abraham no cree en la repetición. Su inspiración le guía por cada cuadro, aunque: como todo artista presto atención a lo que sucede a mi alrededor. Pero estoy más interesado en cosas como la numerología, algo que estudio profundamente porque debe ser real el significado de cada cifra que incluyo en mis obras.
Vida de artista
Reconoce que no es muy ducho en las nuevas tecnologías, aunque mantiene un incesante contacto con sus de seguidores en redes sociales. No me interesa mucho el videoarte o el arte digital. Quizás en un futuro explore esos caminos, pero ahora me interesa más encerrarme en mi estudio con unas cervezas y buena música para crear tranquilo.
Abraham Mojica es un artista multidisciplinar. A pesar de destacar de sobremanera en la pintura, Abraham también tiene otras facetas. Me encanta esculpir. Modelar una amorfa pieza de barro y crear algo de la nada me entusiasma. Es el auténtico arte, directo de la mente a la obra. Aunque, tampoco podría vivir sin pintar. Ahora lo hago menos de lo que me gustaría porque viajo mucho para vender mis obras. Es la paradoja del artista cuyo principal trabajo no es crear sino vender.
Desde fuera puede parecer que el artista vive aislado en una bohemia guardilla pintando sin cesar, pero no es así. Abraham Mojica lo confirma: Mucha gente me dice que le encantaría ser artista, dedicarse solo a pintar y no tener preocupaciones. Pero no es cierto. Pintar es un porcentaje de tiempo muy bajo de mi trabajo. Al menos en mi caso paso más tiempo viajando y conociendo a gente que creando. Es algo que no me gusta en exceso porque prefiero pintar o esculpir, pero si quiero vivir del arte tengo que estar en constante movimiento. Espero en un futuro contar con un equipo que haga esas labores por mí y centrarme más en el trabajo de estudio, pero tampoco me desagrada el trato personal con la gente.
El vertiginoso mercado del arte en Estados Unidos
El mercado del arte en Estados Unidos vuela a un ritmo vertiginoso. Hay que saber moverse y vender, algo en lo que destaca Abraham con una honestidad y una personalidad que enganchan a quien escucha su historia. En este momento cuenta con Michele Krier como agente de prensa que le ayuda a difundir su talento.
No suelo exponer en grandes galerías. Creo que es más productivo conocer personalmente al cliente. Asisto a ferias de arte, pero donde me mejor me muevo es en reuniones informales. Me gusta la fiesta y pasarlo bien y eso en ciertos ambientes más estrictos se ve diferente, bohemio o cool.
Reuniones en fiestas privadas, yates o ambientes selectos donde Abraham actúa con una naturalidad que ayuda a presentar su espectacular obra a futuros clientes de una manera tan distendida que la frontera entre amistad y negocio se difumina. Sus obras le han llevado a ser uno de los artistas más demandados por grandes corporaciones y clientes privados que buscan en sus cuadros un punto de distinción y protección.
La revista Forbes o el USA Today ya han situado a Abraham como una tendencia al alza dentro del arte en Estados Unidos. Conversando con él no lo parece. Mantiene una naturalidad fuera de lo común y sus pies en el suelo. Lejos de los grandes egos, Abraham Mojica vive en el mundo real ayudando a transformarlo en algo bello y con buena vibra.
Toros en el estudio de Abraham Mojica
Nos despedimos de Abraham en su estudio de San Antonio tras unas horas de cervezas, confesiones y lecciones sobre arte.
Miramos por última vez hacia ese toro desafiante que aún huele a recién pintado y le preguntamos por su fascinación por el animal. No estoy fascinado con la tauromaquia sino con el toro. Todas las culturas han venerado al toro desde el minotauro griego o la cultura china a los lienzos de Picasso. Son animales poderosos pero nobles, representan la bondad, pero también la firmeza. Y son realmente bellos. Siempre han estado muy presentes en mi vida y por eso me encanta pintarlos de todas las maneras posibles, confirma Abraham.
Le dejamos con esos toros esculpidos y pintados que son solo una parte de su universo creativo. Ese halo de numerología y buen rollo que desprende su trabajo nos acompaña de camino a casa mientras imaginamos nuestras paredes cubiertas del talento de Abraham Mojica.
Descubre su obra en Instagram o en su página web y sumérgete en un universo único con diferentes capas de significado que colman tus ojos de esa belleza insólita que solo los grandes artistas son capaces de transmitir. Cuando termines de disfrutar de sus cuadros, elige bien tus números, serán los compañeros de ese viaje tan personal y fascinante que es tu vida. El arte de Abraham te guiará por ellos.
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