Billie Eilish es un acertijo. Desentrañar su enigma musical es un reto fascinante que asumimos. Su música es un puente generacional y un punto de encuentro entre lo nuevo y el pasado. El poder millennial ya seduce más allá de una generación. Billie se ha convertido en la primera artista nacida en los 2000 en lograr un número 1 en las listas americanas. ¿Por qué?
La princesa del pop brilla en la oscuridad de su música y en la estética gótica de sus vídeos. Toda una respuesta a tiempos de purpurina en Instagram. Su personalidad guarda un sinfín de claves que explican este fenómeno global. ¿Qué pistas hemos encontrado para desentrañar el enigma Billie Eilish?
Clave 1: Homeschooling
La irrupción de Billie Eilish no sería posible sin una controvertida clave: la escolarización casera. Viajamos a Los Ángeles a comienzo de los 2000. Billie llega al mundo en el seno de una familia de artistas que vive en un barrio bien de la ciudad angelina en pleno 2001.
Su hermano la espera en casa. Le lleva apenas 3 años. Ambos heredan la pasión por el arte de sus padres, Maggie Baird, actriz, y Finneas O’Connell, compositor y actor de reparto.
La recesión de 2008 se lleva la pasta de la familia y su estabilidad. Se mudan a una casa con tres pianos y dos habitaciones. Allí, comienza la verdadera historia de una niña que aún tiene aficiones snobs como la hípica, pero debe hacer sacrificios como limpiar caballos para poder disfrutarlas.
Este cambio de paradigma transforma la manera de ver la vida de la pequeña Billie. Sus padres la sumergen en un universo creativo generado por ellos mismos. Deciden educar a sus hijos por su cuenta y se centran en la música como hoja de ruta de su futuro. Clases de canto, piano, ukelele y de baile sustituyen las tediosas horas de colegio. Sin tareas de escuela y mucho tiempo para crear, la música brota de los dos hermanos.
Su hermano Finneas ve el homeschooling como la quintaesencia del aburrimiento y ése, según él, ha sido el detonante de su creatividad. ¿Qué más pueden hacer dos niños sin escolarizar? Pronto comienza a dar extraños frutos ese destino vital marcado por sus progenitores.
Clave 2: Tecnología
Un profesor de baile le encarga a Billie una canción coreografiada. Ella toma prestado de su hermano un ritmo que se convierte en Ocean Eyes. Tras irrumpir en SoundCloud de manera fulgurante y aparecer como una revelación en Youtube la canción le abre el camino del Olimpo musical con apenas 12 años.
Otro punto clave que explica su éxito es la tecnología. En la habitación de su hermano trasteaban con software que equivale a un estudio de grabación de antaño. La democratización de la música ha convertido en productores a niños capaces de jugar a hacer música construyendo ritmos que gobiernen el mainstream.
Clave 3: DIY
Esa clave nos lleva a otra que explica su conexión con su generación: la sensación de poder hacer lo que quieras a tu manera. Las facilidades creativas que encuentran en la actualidad los adolescentes les llevan a explorar su propio estilo.
Encerrados en su habitación los dos hermanos crean un mundo alternativo. Una diferente manera de socializar debido a su curiosa educación casera les lleva a plasmar realidades vividas por ellos, parte ficción, parte real. Su hermano reconoce que Billie no pretende rebelarse contra su educación sino contra el concepto de fama que ahora la rodea.
Ella suele mezclar una especie de oscuridad vital con filosofía kawaii y una realidad naif que engancha por su tenebrosa ternura. Billie reconocía: lo que yo quiero es ser un adulto. Madurar mola. Ir a la tienda y comprar lo que quieras.
Una forma light de liberación juvenil que fusiona con pensamientos más extraños: ¿Recuerdas ser más joven y querer ser uno de los que muere en el juego? Yo no soy un chico malo en la vida real por lo que me pongo una máscara. Cuando eres pequeño componer es lo mismo que jugar.
Billie tiene diferentes obsesiones que plasma en sus redes o en sus canciones. Una es su aparato bucal. Me lo quité y eso ha sido mi primer álbum, reconocía en una reciente entrevista. Otra es la serie The Office.
Clave 4 : Madurez Estética
Si algo llama la atención de sus letras y vídeos es esa oscuridad tan característica donde encuentras referencias de todo tipo, desde homosexualidad a un Carpe Diem muy juvenil pasando por un concepto creepy de amistad o la autodestrucción. Esta flagelación es parte de un universo que engancha el pesimismo de la generación X y el aburrimiento existencial de la generación Z con la depresiva rebeldía sin causa del millennial.
En vídeos como When the party’s over o Bury a friend refleja esa deliciosa tendencia a lo oscuro. Abundan reflexiones sobre la soledad y alusiones al mal que se encuentra en los demás. Toda una revisión de Sartre que aparece en tiempos de poses y lujos absurdos retratados en Instagram. Su propuesta es un contrapunto necesario. La hace destacar por encima de un pop con demasiada brillantina.
Sin duda, la clave más evidente para entender el puente generacional que supone este fenómeno es una madurez estética que atrae a cualquier espectador.
Clave 5 :Naturalidad
Ella misma se considera fan de muchos artistas. Algunos han influido en su música como Lorde, Avril Lavigne o Lana del Rey. Unos iconos de generaciones previas que han acusado el desgaste. ¿Le sucederá lo mismo a Billie cuando pierda su frescura y el factor sorpresa?
Su conexión intergeneracional le asegura asentarse en el mercado pero corre el riesgo de que la industria transforme su estilo en pos de una comercialidad que terminaría con el producto. Lo descubriremos con el paso de los años.
Por el momento su naturalidad manifestada en entrevistas y en sus divertidas stories en Instagram la han convertido en un icono generacional. Ella despotrica habitualmente contra las redes sociales y los juicios morales a los que someten a sus usuarios, aunque las sabe utilizar muy bien creando un producto fresco y cercano.
Tiene 10 millones de suscriptores en Youtube, 6 millones de seguidores en Instagram, su red social preferida, 2 millones en su perfil comercial de Facebook y 1.4 en Twitter.
No es difícil imaginar a sus seguidores empatizando con ella. Su filosofía juvenil bebe de los mismos puntos comunes. Ganas de independencia, lucha por la identidad personal en un mundo cada más estandarizado y una tolerancia extrema que concuerda con una generación abierta a todo el mundo.
Suele tener contacto por Instagram con sus seguidores anónimos y también famosos, como Shawn Mendes, a quien dio calabazas por medio de un DM. Aunque, reconoce que girar es una mierda, lo hace para estar en contacto con su legión creciente de fans.
Clave 6: Estilo
El éxito de su álbum debut When we all fall asleep where do we go? era algo previsto tras dos discos de oro por su single apocalíptico Ocean Eyes y por su colaboración con Khalid, Lovely.
Interscope Records ha estado rápido firmando a la joya oculta en el Soundcloud, una revolución silenciosa que con apenas 15 años hacía rugir Internet.
Bellyache aparece en febrero de 2017 y en cuestión de días peta Youtube. Un mes después Bored aparece en el éxito adolescente de la década: 13 Reason Why. Una difusión que la sitúa en la lanzadera del estrellato. Un año después repetiría en la segunda temporada de la serie con Lovely.
Desde entonces no ha parado de escalar. Disco de oro por el EP Don’t smile at me y doble gira con Florence and the Machine, otra de sus grandes obsesiones musicales. ¿Cómo podemos explicar musicalmente el éxito rotundo de una adolescente?
Su hermano ha sabido imprimirle un sello propio a la música de su hermana. Una bella producción colmada con poderosos beats, teclados fulgurantes y un rollo gótico futurista que bebe a veces del House, casi siempre del Synthpop, y dibuja pinceladas de folk, R&B o Trap. Un cóctel difícil de servir pero muy sencillo de consumir.
El tándem funciona. Ella compone, él produce. Así ha sido siempre desde su infancia de raíces irlandesas y escocesas. Ellos definen su música de manera ecléctica: hacemos mierda para llorar pero también música para disfrutar la vida.
Su nueva definición del pop se basa también en la estética. Su forma de vestir es puro millennial. La Wonky Fashion invade las calles del siglo XXI.
Informal, chillona, deportiva, desaliñada pero cool y con esa actitud de me la suda, Billie es la perfecta encarnación del Wonky, aunque ella dice no parecerse a nadie y está preparando una línea de ropa. Su estilo es otra de las claves de su éxito.
Clave 7: Una de los nuestros
Otro de las máximas que debe cumplir cualquier icono del pop para sobresalir entre la masa es tener alguna característica que le diferencia. Una especie de síntoma de lo sobrenatural.
En el caso de Billie se trata del Síndrome de Tourette. Este extraño trastorno causa un sinfín de tics físicos que pueden llegar a ser verbales. Lo has visto en infinidad de películas aunque en el caso de Billie no es tan extremo. En las redes proliferan compilaciones de sus tics extraídos de sus entrevistas o de su directos en Instagram.
Billie asegura llevarlo con naturalidad aunque como todo en su vida encierra una contradicción. Recientemente ha reconocido su enfermedad en el programa de Ellen DeGeneres y también haber ocultado sus tics en medios mediante entrevistas pre-grabadas.
La visibilidad que hace de su dolencia genera empatía en un público susceptible de ser encasillado o marginado por cualquier tipo de discriminación. Otra clave más para entender su ascenso al trono generacional.
Billie Eilish Descifrada
Billie reconocía hace poco: No se qué es mi vida. Todo un sorbo de juventud atormentada, ¿qué más atractivo puedes añadir al fenómeno Billie Eilish?
Ella ha seguido una estrategia usada por casi todos los iconos de la historia de la música. Ofrecer algo diferente pero que se encuentre en el ambiente y llene un vacío existencial: Una respuesta underground y alternativa al mainstream. Eso han hecho desde su alcoba llena de sueños y pesadillas los dos hermanos.
Y lo han hecho con una voz que hace un análisis de la mente y los caminos de la vida. Llena vacíos existenciales que se vuelven de carne y hueso en pesadillas recurrentes sufridas en tiempos de apariencias. Toda una reivindicación de las rarezas del alma.
Otro punto interesante de Billie Eilish es un cierto desapego material ¿de palo? En eso también hay diferencias con el resto de su generación aunque responda a su rollo naif y despreocupado.
¿Cómo será Billie en unos años? ¿Barrerá la industria su frescura? Por ese motivo, nos fascina este momento efervescente de su carrera. Aún a medio camino entre el underground y el mainstream, en total libertad. Seguiremos atentos para descifrar las nuevas claves que vaya dejando tras de sí Billie Eilish.
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