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El Caldero: Explosión de sabores murcianos en Madrid

El Caldero: Explosión de sabores murcianos en Madrid

El Caldero

Calle Huertas, 15, Madrid

No tengo ningún problema en verbalizar lo mucho que me gusta Murcia. Una comunidad autónoma llena de contrastes, con mar y tierra, cultura, una continuo efluvio de buenas bandas musicales y cómo no, una gastronomía de lo más variada. Y sin cuestionarlo ni un minuto, saludable.

¿Quién no ha oído hablar de la huerta murciana? Posiblemente sea la más mencionada entre todas las posibles. Sus verduras autóctonas y sus frutas son amadas por locales y codiciadas fuera de nuestras fronteras. Por ello, su gastronomía local sólo puede traernos alegría a la mesa.

Y eso es lo que ofrece El Caldero, una taberna murciana ubicada en el corazón del barrio de las letras de Madrid. Establecidos desde 1973, han sabido mantener los sabores tradicionales con toques vanguardistas, siempre ofreciendo una cocina de proximidad y con especial mimo de los productos locales.

Por ello, la mejor muestra que podemos tener es su nuevo menú degustación, que te permite hacerte una idea holgada de lo que se cuece por estas tierras. Además, están especializados en arroces, siendo una de las mejores elecciones en la capital para ello, donde el universo infinito de las paellas y arroces de baja calidad impera.

¿Qué nos podemos encontrar en El Caldero?

El Caldero es uno de esos locales donde te apetece entrar. Bien distribuido e iluminado, cuenta con una decoración minimalista pero cuidada, sin caer en excesos. Es un local amplio y acogedor. Especialmente destacamos un excelente servicio de mesa, donde cada detalle cuenta. Encontramos amabilidad a raudales, algo que no es siempre fácil encontrar. Salimos encantados con la atención del personal de sala.

Sin duda alguna, su punto fuerte es que es capaz de satisfacer a cualquier paladar. Su menú degustación, por un precio de 29 euros por persona (mínimo dos comensales) ofrece de forma inteligente que pruebes todas las posibles variables de la rica gastronomía local, tocando todos los posibles palos.

El Caldero

Tras un rico aperitivo, pasamos al primer plato, donde las verduras toman el rol principal: asadillo de verduras con pesto de pistacho y chips de remolacha. Una rica combinación para una loca de las verduras como soy yo, además, el pesto ejecutado con otro fruto seco ofrece un impacto de sabor muy rico. El segundo embiste viene con las croquetas caseras de jamón, de intenso sabor, donde la materia prima principal domina el plato. Unas croquetas como las que me haría mi abuela, y eso es el mejor piropo.

El Caldero

Está claro que el producto marítimo tiene un peso importante en la gastronomía murciana. Y como representación tenemos este plato tan fresco como la sepia con sofrito de tomate. Sin muchas florituras, sabe sacar partido a dos componentes clásico de la cocina tradicional española.

Y nos pasamos a la tierra gracias a la morcilla murciana, explosión de sabor. Un impass que nunca falla. Aunque para mí el plato estrella es el bacalao, aderezado con salsa de potaje y panceta. Literalmente me vuelve loca estas combinaciones arriesgadas donde se abrazan ingredientes a priori dispares, pero que maridan perfectamente. Un bacalao fresco, del que extraes las lascas con facilidad para mí es la representación del paraíso en la tierra. Plato top.

El Caldero

Y como plato principal tuvimos chuletillas de cordero, con tus patatas fritas caseras. Bien hechas, sin sabor predominante, deliciosas.

El Caldero

El postre era otra cosa que venía deseando hace tiempo: paparajotes. Mira que he ido veces a Murcia y se me resistían siempre. Su composición es curiosa: hoja de limonero frita sobre una sencilla masa y con predominante sabor a canela. Para mí es un bocado exquisito y totalmente recomendable.

El Caldero

Acabamos la velada con dos bebidas: un café asiático, típico de Cartagena, donde el licor 43, la canela y el limón maridan perfectamente. Delicioso, así como el licor de vodka y caramelo para el viaje final.

El vino que nos ofrecieron maridaba perfectamente: un Verdejo Sara Valero, dulce y afrutado pero con cuerpo.

El Caldero

Veredicto final

Sin pensar os recomiendo El Caldero, tanto si quieres sorprender a alguien para que conozca los manjares de esta tierra o bien para incluirlo en tu ruta habitual de sitios en Madrid.

Murcia, qué hermosa eres y qué rica estás.

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