Precio Medio: 25-30€
Dónde: Calle Tudescos, 5
Hay noches y momentos en los que, simplemente, hay que liberarse de las ideas preconcebidas y dejarse llevar. Si eres residente en Madrid y estás acostumbrado a patear la Gran Vía y sus aledaños, es muy posible que, alguna vez, te hayas topado con un restaurante chino llamado El Buda Feliz, abierto hace ya más de 40 años y que, tradicionalmente, no ha sido un ejemplo de modernidad precisamente.
Al menos, hasta que el chef «Julio» Yong Ping Zhang se decidió a darle un giro radical a su carta, formada por platos de auténtica comida china en versión street food, dándole un toque personal y moderno a platos tradicionales de la gastronomía del gigante asiático.
Gracias también a su renovada decoración a manos del estudio Lavela, sus amplias cristaleras, lámparas con pantallas de hilo y las agradables plantas que decoran todo el local, acercarse al nuevo Buda Feliz 1974 es iniciar un viaje desde los rincones más castizos de Madrid a los sabores de los mercados callejeros de China.
Hay muchas formas de arrancar este delicioso viaje. En nuestro caso lo hicimos con unos tiernos y suaves Rollitos especiales de El Buda Feliz con trocitos de churros chinos, lomo de cerdo, cebollino y láminas de fideos, de los que destacamos el toque ligeramente dulce que aporta la tinta de calamar en la fina masa y que daba un resultado absolutamente delicioso.
El viaje continuó con un sorprendente Taro rebozado con soja y pimienta de Sichuan a la plancha, en el que el contraste entre la suave cremosidad del ñame y la salsa con base de soja da como resultado una combinación desconocida pero irresistible para el paladar.
Por supuesto, en un restaurante de estas características, siempre hay que probar sus variedades de Dim Sum. En este caso, optamos por los Shaomai rellenos con arroz gelatinoso, con los que lograron presentarnos una forma diferente de probar una de las especialidades chinas de toda la vida totalmente reinventada y con un ligero toque de mostaza que marcaba la diferencia.
También optamos por un homenaje a uno de los productos españoles por antonomasia, el cerdo, al que rebautizan en sus deliciosas Pequeñas bolas de “dragón” rellenas de carne y verduras chinas. Los símbolos chinos y españoles, más cercanos y unidos que nunca.
Absolutamente recomendable también su modernizado Pato laqueado especial de El Buda Feliz, otro gran clásico de la gastronomía china, que en este caso nos presentan con una salsa de soja dulce, puerro, pepinos marinados y verduras chinas, y que desde el primer bocado pasa a ser un imprescindible para todo aquel que visite este restaurante.
Los amantes del pescado también encontrarán elecciones a su medida en esta renovada carta, como pudimos comprobar con su Lubina en salsa acompañada de guindillas dulces, tofu, pan y verduras chinas.
Para los más golosos, El Buda Feliz 1974 guarda agradables sorpresas. Especialmente destacable es su tarta de chocolate con un ligero toque picante de pimienta de Sechuán y combinado con un helado de cacahuete de una cremosidad excepcional. Un broche de oro para terminar una magnífica cena.
Si quieres hacer un viaje sensitivo hacia sensaciones de tierras lejanas sin salir de una de las manzanas más castizas de Madrid, el Buda Feliz 1974 te da la oportunidad de recorrer los sabores más atrevidos de la nueva gastronomía china.
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